Descripción
Aplicaciones clínicas en el parto, la lactancia y el neurodesarrollo
El parto, el inicio de la lactancia, la eyección de leche y el inicio del vínculo madre-bebé dependen, entre otras cosas, de la secreción de oxitocina desde la hipófisis posterior. La oxitocina parece ser la hormona mediadora de la conducta maternal en los mamíferos, y se libera de forma pulsátil y creciente a lo largo del parto fisiológico, alcanzándose los niveles máximos en el cerebro materno en la hora que sigue al parto. Este fenómeno se ha asociado con la existencia de un período sensitivo temprano durante el cual se produce un escenario neurohormonal específico, tanto en el cerebro materno como en el del recién nacido, destinado a facilitar el inicio del vínculo materno-filial.
Diversas manipulaciones en el período perinatal pueden alterar el escenario neurohormonal fisiológico tanto de la madre como del bebé, sin que sean bien conocidas las implicaciones de estas manipulaciones. En otros mamíferos, los efectos de la manipulación del sistema de la oxitocina endógena en las crías han sido estudiados en profundidad e incluyen cambios a largo plazo en la conducta social y sexual.
La cesárea programada, el parto inducido con oxitocina sintética o el parto detenido por antagonistas oxitocinérgicos alteran el equilibrio de oxitocina y vasopresina en el recién nacido. Igualmente, la separación madre criatura, la lactancia artificial o la ausencia de contacto piel con piel inmediato conllevan una disrupción de la liberación endógena de oxitocina.
El uso de la oxitocina sintética está tan extendido y generalizado que hay una tendencia a asumir que sus efectos son bien conocidos y benignos, e incluso se ha recomendado el uso en dosis mayores para evitar las cesáreas. Sin embargo, se considera que es la droga que con más frecuencia se asocia con efectos adversos prevenibles o evitables en el parto.
Duración: 6,5 horas